Hay historias que nadie conoce, experiencias vividas que a uno lo hacen reflexionar o simplemente animarse a traspasar esa pequeña línea entre el mundo real y el sobrenatural.
Quisiera no empezar desde los sucesos extraños sino desde el comienzo.
En el verano del 87 nos mudamos a una casa al frente del mar, una hermosa casa, con diseño extraño, pero hermosa al fin, era amplia y tenía una muy linda vista.
Yo tenía dieciocho años y tenía dos hermanitos más pequeños, era la primera vez que me tocaba una habitación para mi solo y me sentía muy emocionado.
La quinta noche después de la mudanza, lo recuerdo muy bien, me acosté muy temprano puesto que estaba muy cansado; cuando comenzaba a caer en el sueño oí una voz muy dulce, muy hermosa y cantaba una canción extraña, en mí pensé que era alguien que caminaba por la playa, la noche era muy hermosa, pero luego la oí con mas fuerza como si cantara en mi habitación y pronunciara mi nombre, sentía el cuerpo pesado y los párpados aún más; pero logré levantarme y cuando abrí los ojos no había nadie ni en mi habitación, ni en la playa.
Así pasó mucho tiempo, cada noche oía esa voz cantar, pronunciar mi nombre y llamarme, yo no comprendía el porqué…
Cuando cumplí diecinueve años, sucedió algo más extraño que lo de siempre; como todas la noches oí la voz, pero cuando abrí los ojos vi la figura de una mujer, a la luz de la luna se podía ver que tenía un cabello largo y rubio, tenía un vestido andrajoso y estaba descalza, no pude ver su rostro pero cuando me dispuse a hablar con ella, simplemente desapareció ante mis ojos.
Al día siguiente les conté a mis padres acerca de lo que me había ocurrido pero ellos dijeron que había sido producto del cansancio, pero yo estaba seguro de que era algo más.
Llegaba nuevamente la noche y yo esperaba ansiosamente la aparición de aquella mujer; era una noche de luna llena, el mar estaba quieto y corría una brisa ligera. Me acosté y cuando caía en el sueño, apareció…
Nuevamente pude verla y oí su canto, pero su canto no era en canto, sino un lamento, no quise asustarla, aunque más asustado estaba yo, le hablé y la pregunté por qué lloraba y ella no respondió, pero me tomó de la mano, sus manos eran frías y delgadas. Al momento en que me tomó de la mano mi casa, mis cosas, todo desapareció y yo quedé perplejo. Estábamos en una habitación, había una cama con sábanas blancas, las paredes de esta casa eran solo de arena y se oían lamentos, llantos y gritos de furia.Yo estaba realmente asustado, cuando ella me miró, retrocedí hasta dar con la cama, ella se descubrió el rostro que estaba detrás de esa cabellera rubia. La luz de la luna la alumbraba y pude verla… fue el susto más grande de mi vida, tenía el rostro desfigurado y aún con toda la luz del mundo no se podría quitar ese aire de tinieblas que había en ella.
Nuevamente me tomó de la mano, yo realmente estaba fuera de mi mismo no sentía ni frío ni calor, estaba horrorizado, cuando me tomó de la mano me mostró algo…
Me encontraba en la playa y vi una joven muy hermosa con el mismo cabello que aquella chica desfigurada, esta joven cantaba, parecía estar alegre, pero de pronto apareció un hombre de unos cuarenta años; ella corrió y corrió( yo los seguía ninguno parecía verme) hasta que tropezó con la arena y el cansancio, entonces este hombre la tomó para sí de forma bestial, ella se resistía pero el la sometió a golpes, luego de unos minutos la belleza de su rostro había escapado y la luz de sus ojos ya había muerto, yo no podía hacer nada, no me estaba permitido, sólo…contemplaba esta horrible escena con mis ojos ya desorbitados. Pero esto no era todo…
El hombre quedó paralizado por unos minutos y luego se dispuso a cavar en la arena, lo hacia frenéticamente, y al cabo de un tiempo ya había logrado hacer un hueco, tomó el cuerpo de la joven, lo metió, cubrió el agujero con arena y aquel hombre huyó.
Después de haber presenciado todo esto me encontraba nuevamente en aquella casa de arena, la joven rubia estaba recostada en la cama, y un abrir y cerrar de ojos me arrastró entre sus sábanas, me encontraba a su lado, mi cuerpo estaba tan frío como el de ella, me animé a preguntarle si lo que había visto era su historia y ella me dijo: -“eso ya no importa, para mi la vida está tan lejos como la muerte, y esta casa de arena es mi compañera, nadie sabe de esta casa ni lo que ella encierra, cada habitación es una cárcel que encierra un alma y su historia, la casa de arena no existe, es solo para el que la entienda, para el que pueda encontrar la libertad del amor que en ella se extiende”-…
¡Qué buen buen blog!!!! ¡Cuántas historias!!! Sigan escribiendo, chicas y chicos.
ResponderEliminar¡Felicitaciones!
Fela