domingo, 12 de septiembre de 2010

"Una historia que nadie tiene en cuenta" Por Danilo Pesce


Jazmín y Matías eran dos personas de las veinte que habían egresado de la escuela secundaria y realizaron un viaje a Inglaterra, ellos sólo se conocían por ser compañeros de curso. Y nunca se les hubiera ocurrido lo que les iba a pasar.
Era una mañana espléndida en el hotel, eran las 10:45 y ellos habían llegado a las 10 en punto, estaban desempacando las cosas para acomodarlas en el dicho hotel, luego, tenían acordado reunirse para realizar una excursión, como sólo se quedaban una semana, querían conocer todo. Jazmín iba con sus tres amigas mirando los paisajes, sentadas en los asientos del colectivo, sacando fotos, contemplando lo más posible ya que sabían que llegarían a un parque lejano de la ciudad. Mientras tanto Matías iba paveando como de costumbre.
Llegaron al parque, bajaron del colectivo y organizaron un caminata que comenzó a las 13:30 y terminó a las 22:40 (estaban todos muy cansados pero se habían divertido) volvieron a reunirse y el colectivo no llegaba; llamaron al chofer para asegurarse de que venía, por suerte contestó y dijo que estaba en camino, pasó mucho tiempo y empezó a hacer frío, estaba muy oscuro, ya no se escuchaban sonidos y para ser exactos eran las 2:30 a.m. Los chicos empezaron a impacientarse, estaban un poco asustados por el tiempo que había pasado, en eso Matías le preguntó a jazmín – ¿Qué hora es?- Jazmín respondió: - Las 2:35- Entonces Matías le habla de nuevo diciendo: -Aah porque el bondi no llega y me parece que ya es tarde -.
Justo en el momento en que habían terminado de hablar escucharon un ruido muy fuerte, como un choque, pero muy cerca, fueron a investigar y encontraron el colectivo intacto y oscuro; forzaron la puerta para abrir y encontraron al chofer muerto en el piso con un papel en la mano “-les queda poco tiempo apresúrense-“. Todos alterados bajaron del colectivo y corrieron lo más lejos posible, llegaron a un lugar que era como un claro entre los árboles, en eso, escucharon un grito; se dieron vuelta y notaron algo raro, eran menos que antes. Se contaron, faltaban diez de sus compañeros, los buscaron hasta cansarse, entonces a Matías se le ocurrió volver al hotel caminando, pero era muy lejos, entonces Jazmín dijo que si alguien sabía manejar podían volver conduciendo el colectivo. Cuando llegaron de nuevo frente al colectivo, el chofer no estaba. Todos dudaron de la situación pero al estar tan asustados, por la desesperación de algunos, y por lo lejos que quedaba la ciudad, decidieron ir hacia el hotel. Cerraron las puertas del colectivo y se encendieron todas las luces solas, comenzó a conducirse solo, en sentido contrario al hotel (más dentro de la ruta donde había mucho espacio entre las ciudades) todos aterrados quisieron romper los vidrios o abrir las puertas, pisar los frenos y hasta conducirlo pero nada sirvió. No aguantaban más el miedo, Jazmín se largó a llorar, Matías la vio y le dijo que todo iba a estar bien. En el momento en que terminó de hablar, el colectivo paró y se le apagaron las luces, se abrieron las puertas y todos bajaron sintiendo un gran alivio. Uno de los compañeros llamado Michael se quedó en el colectivo tratando de hacerlo andar, en eso encontró un papel que decía: -“ahora les queda menos”. Subieron todos al colectivo bastante nerviosos y regresaron al hotel.
Llegaron bien, más aliviados que antes del que el colectivo hubiera perdido el control. Pasaron a pesar de todo una noche tranquila en el hotel, porque tenía demasiadas comodidades; pero antes de irse a acostar llamaron a la policía, reportando la desaparición de los diez chicos en el parque lejano de la ciudad.
Al día siguiente, todos se levantaron temprano para desayunar y dar un paseo por la ciudad, muy tensos por lo que habían pasado pero felices de poder conocer más. Todo esto ocurrió como si los chicos que habían desaparecido, siempre lo hubiesen estado. Pasearon, miraron, contemplaron, fotografiaron y memorizaron todo lo que habían visto. Cayó la tarde, bastante oscura para ser una tarde de verano, y comenzó a refrescar mucho, las calles se vaciaron de pronto y no se escuchaba ni un perro. Se quedaron viendo comercios cerrados que deberían estar abiertos y cuando quisieron darse cuenta, fue como si estuviesen ahora en otra realidad, como si estuviesen solos en el mundo o por lo menos en la ciudad. Michael fue el primero en desmayarse iniciando una cadena, hasta que quedaron solo Jazmín y Matías, quienes se miraron entre ellos y ella cayó bruscamente al piso seguida por él.
Se despertaron en un lugar oscuro y cerrado aunque había visibilidad, encendieron las luces y notaron que era un galpón con aspecto abandonado. Se dieron cuenta de que estaban atrapados pero faltaba alguien… estaban todos excepto Michael, al que lo encontraron colgado de una soga, ahorcado y sangrando. Todas las chicas lloraron de miedo y angustia y los chicos todos callados, no sabían qué decir. Pudieron encontrar la salida, salieron del lugar y afuera era de día pero había mucha neblina y poca visibilidad. Buscaron el colectivo, lo encontraron y fueron recorriendo una ciudad desolada sin gente y abandonada, pero como si recién la hubieran dejado porque porque conservaba la limpieza de una ciudad como la de un país como Inglaterra, de pronto vieron que una escuela tenía las luces encendidas, y las ventanas y puertas abiertas, parecía inofensiva pero, aparte, era el único lugar con calefacción y luz que encontraron. Entraron, se acomodaron, porque el hotel estaba lejos y no recordaban bien el camino, se quedaron allí esperando señales vitales además de las de ellos mismos; pero no hubo nada. Pasaron horas y nada, nada vieron ni oyeron, ya eran las 20hs y empezó a oscurecer inexplicablemente rápido. Las ventanas y las puertas se cerraron y las luces alumbraban menos, por esto, los nervios aumentaron demasiado, ¿ya con lo que pasaron no les era suficiente? Unos minutos después se oyeron ruidos muy extraños como si alguien estuviera dando vueltas allí, buscando algo; provenía de un aula que parecía que la hubiesen estado remodelando sin haberla terminado, los chicos fueron todos juntos hacia el aula, cuando llegaron los sonidos cesaron pero se sentía la presencia de alguien allí. Ya que no podían salir decidieron pasar la noche en el gimnasio de la escuela, trataron de tranquilizarse un poco para poder descansar.
Por la mañana, todavía estaban encerrados. Dos chicos llamados Mariano y Dana, fueron a recorrer la escuela porque estaban aburridos; llegaron a la puerta del aula abandonada y entraron por curiosidad, ella no quería pero él la convenció. Los chicos en el gimnasio ya empezaban a preocuparse porque Mariano y Dana no volvían, como eran tan impacientes, los fueron a buscar; recorrieron casi toda la escuela menos esa aula que fue lo último que se les hubiera ocurrido. Así que fueron, entraron, y todos sintieron nuevamente esa presencia extraña, revisaron todo, hasta que llegaron a un armario que parecía cerrado, lo abrieron y hallaron a Dana y a Mariano asesinados a cuchillazos, con un papel que decía: -“ya estaban avisados y ahora no hay vuelta atrás”-. Justo en ese momento se escuchó un grito que fue casi imposible de caracterizar, todos se alteraron muchísimo, daban vueltas sin saber qué hacer, desaparecieron de la nada cuatro chicos más después de ese grito y dos eran las amigas de Jazmín. Ahora estaban Matías, Jazmín y Nicole quienes pasaron toda la noche, despiertos y aterrados. En la mañana se escuchó un ruido como si se cayera una chapa y por suerte eran las puertas y ventanas que comenzaron a abrirse de golpe, los chicos no sabían si asustarse o ponerse felices, entonces fueron hacia la puerta principal, estaba abierta, salieron a la calle donde seguía la neblina, el frío, todo desolado, silencioso: aunque a ellos lo que más les importó fue poder salir de ahí, eran solo tres, de pronto se vieron sobre un techo de un edificio como si hubieran aparecido de la nada allí; miraron hacia abajo y vieron gente, autos, escucharon ruidos de autos; al suceder esto se tranquilizaron, bajaron por la escalera de emergencia en un costado del edificio y le pidieron a alguna persona si los podía llevar hacia el hotel de regreso; con mucha amabilidad un señor que pasaba por allí se ofreció; tenía un aspecto serio, bien vestido, de poco hablar. En el camino no se cruzaron ni una palabra.
Llegaron al hotel los tres y fueron derecho a sus habitaciones, Matías se encontró con una habitación donde había cosas de él y no de sus dos compañeros, al igual que Jazmín y Nicole, solo estaban sus cosas y no las de su otra amiga. Los tres fueron a preguntar a recepción por las maletas de sus amigos y compañeros, pero los recepcionistas no supieron qué decirles, no había nada y lo único que pudieron decir fue que solo se habían anotado ellos tres y nadie más por dos habitaciones y que nadie más iba con ellos.
Nicole les dijo a Matías y a Jazmín que podían llamar a los padres de sus compañeros, pero Jazmín no quiso porque pensó que era una mala noticia decirle a los padres que sus hijos habían muerto en el viaje y no saber ni dónde estaban, pero Matías, aunque estaba de acuerdo con la opinión de Jazmín, pensó que había que hacerlo igual. Llamaron a los padres uno por uno, y todos respondieron lo mismo…, no haber tenido nunca hijos con ese nombre o nunca haberlos tenido. Los chicos no sabían qué explicarse o qué decir, estaban atónitos por lo que escuchaban.
Faltaba un día para volver y no recibieron ni una llamada de sus padres. Pasaron una noche tranquila.
A la mañana siguiente empacaron todo, haciendo un silencio muy incómodo y molesto, estaban muy preocupados por sus compañeros y por lo que les pasó. Fueron al aeropuerto, subieron al avión, pero estaban todos los asientos ocupados donde se suponía que se sentarían sus compañeros, solo había tres asientos donde les tocaba sentarse a ellos y desde allí viajaron sin problema hasta sus hogares.
Matías llegó a su casa, estaba la puerta abierta, llamó a sus padres muchas veces y no respondieron; fue hacia la habitación de ellos y los encontró muertos sin ninguna señal de daño físico, sólo un papel que decía: -¡No me digas que no te advertí!-, fue corriendo a buscar la dirección de Jazmín en la guía telefónica, porque Nicole se había quedado con Jazmín para que la llevaran hacia su casa. Matías encontró la dirección y salió volando, llegó y, al igual que en su casa, la puerta estaba abierta. Entró y se encontró a Jazmín llorando en el piso y estaba sola y dijo: - ¡Matías!... ¡Ellos ya no están Se fueron y yo sigo!- Matías entró en las habitaciones y halló a los padres de Jazmín en la cama muertos. Jazmín le dijo a Matías: -en el baño-, Matías fue y encontró a Nicole muerta, ahorcada colgando del techo del baño con un papel más que decía: - ahora te toca a vos y no hay nada más que hacer-. Jazmín salió al patio de la casa a tomar algo de aire y Matías se quedó adentro revisando, en eso Jazmín comenzó a gritar desesperadamente, cuando Matías salió al patio la encontró muy herida como si la hubiesen querido acuchillar; pero gracias a que Matías llegó allí a tiempo, ella no llegó a morir; pero sus cortadas eran muy profundas que perdió sangre muy rápidamente, pero puso su mano en el bolsillo y sacó un papel, se lo dio a Matías, él lo leyó: - ¿para qué evitarlo si ya no te queda nada?-. Matías, desesperado, llamó a la policía porque fue lo primero que se le ocurrió. Cuando llegó la policía encontraron al cuerpo de Matías decapitado y con un papel junto a él que decía: -¡cuídense porque yo no he terminado!-

1 comentario:

  1. ¡Qué buen trabajo, chicas y chicos! ¡Y también buen trabajo de la profe!
    ¡Qué bueno es que hayan descubierto algunas de las cosas que se pueden hacer con la palabra!

    Felicitaciones

    Fela

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